¿Te gustan las adivinanzas? adivinanzas infantiles, adivinanzas para niños.
Adivinanzas de animales
En alto vive, en alto mora,
en alto teje, la tejedora.
(la araña)
Sal al campo por las noches
si me quieres conocer,
soy señor de grandes ojos
cara seria y gran saber.
(el buho)
No lo parezco y soy pez,
y mi forma la refleja
una pieza de ajedrez.
(el caballito de mar)
¿Cuál es el animal
que tiene silla
y no se puede sentar?
(el caballo)
Adivinanzas de frutas
Oro parece,
plata no es,
el que no lo sepa
un tonto es.
(Plátano)
Verde por fuera
roja por dentro
y con bailarinas en el centro.
(sandía)
El sol las madura,
las manos recogen,
el pie las tritura,
la boca las come.
(uva)
Adivinanzas de flores
Amarilla en el centro,
blanca por fuera.
Si fuera huevo,
estaría en la nevera,
pero como no lo soy
aparezco en primavera.
(margarita)
¿Cuál es la flor
que es más hermosa,
de más color
y más preciosa?
(la rosa)
Quita una «ene» a violenta
y quedará un color
que además es una flor
aunque no huele a menta.
(violeta)
Adivinanzas de herramientas
Tengo el cuerpo de madera,
mi cabeza es de metal
y mi afición verdadera:
golpear y golpear.
(martillo)
Tengo dientes afilados,
que mucho brillan al sol,
y aunque me falta la boca
soy un feroz comilón.
(sierra)
Adivinanzas de alimentos
Blanco es,
la gallina lo pone,
con aceite se fríe
y con pan se come.
Vengo de padres cantores
aunque yo no soy cantor,
traigo los hábitos blancos
y amarillo el corazón.
(huevo)
Se hace con leche de vaca,
de oveja y de cabra
y sabe a beso.
¿Qué es eso?
(queso)
Yo soy el más completo
de todos los alimentos,
blanco el color tengo
y no soy un invento.
(leche)
Soy blanco, soy tinto,
de color todo lo pinto,
estoy en la buena mesa
y me subo a la cabeza.
(vino)
Al dar la vuelta a la esquina
tropecé con un convento,
las monjas iban de blanco
y el sacristán en el centro.
Adivinanzas de partes del cuerpo
Al dar la vuelta a la esquina
tropecé con un convento,
las monjas iban de blanco
y el sacristán en el centro.
Treinta y dos sillitas blancas
en un viejo comedor,
y una vieja parlanchina
que las pisa sin temor.
(boca)
Cuando sonríes asoman
blancos como el azahar
unas cositas que cortan
y que pueden masticar.
Formamos, como soldados, en una fila
y somos carniceros toda la vida
(dientes)
Cinco hermanos muy unidos
que no se pueden mirar,
cuando riñen aunque quieras
no los puedes separar.
(los dedos)